Guayaquil, 12 de febrero de 2019.-  Gracias al trabajo coordinado entre el Servicio Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses y la Policía Nacional del Ecuador la mañana de este 12 de febrero se logró la inhumación digna de 16 cadáveres que permanecían en custodia en el departamento de Medicina Legal de Guayaquil, correspondiente a la zona 8.

Este proceso responde a la reglamentación técnica que todo cadáver “No Reconocido” y “Reconocido, no retirado” debe contar con un tratamiento digno.  Los 16 cadáveres fueron enterrados en el camposanto parque de la paz “La Aurora” ubicado vía Daule en Guayaquil.

El proceso de las inhumaciones sigue directrices tanto técnicas como legales, y responden al compromiso que tiene el SNMLCF de coadyuvar para la aplicación de justicias, así como velar por el respeto de las víctimas fallecidas y sobrevivientes.     

Al acto de inhumación contó con la presencia de la máxima autoridad de la institución, la subdirectora y sus coordinadores nacionales.

El Doctor Milton Zárate, director general del SNMLCF manifestó que a los 16 cadáveres se les aplicó métodos de identificación como toma de necrodactilias, exámenes especializados de antropología y odontología forense, y la toma de muestras para identificación genética (ADN); garantizando que el proceso de inhumación se da en el marco de la ley.

El espacio en donde reposan los cadáveres fue entregado gracias al convenio que mantiene el Servicio Nacional con la empresa Camposantos del Ecuador S.A. CAMPOECUADOR.

Solamente cuando Fiscalía informa que se agotaron todas las gestiones posibles para identificar a un cuerpo se procede a inhumar. Es importante recalcar que a pesar de ejecutarse la inhumación, continua la cadena de custodia de estos cuerpos ya que a cada uno se le asigna un código, el mismo que también está en la lápida. En el caso de que la institución competente a la investigación (Fiscalía General del Estado) requiera realizar una nueva pericia, los restos pueden ser exhumados con seguridad.

En el pasado, la inhumación no era un proceso sencillo debido a las limitaciones de espacios seguros en donde puedan reposar estos restos y la falta de colaboración de entidades locales. Ahora es un trabajo coordinado entre varias instituciones.