Gracias a la firma del Convenio de Cooperación Interinstitucional entre el Servicio Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (Snmlcf) y el Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) de la Municipalidad de Ambato, se realizó la octava inhumación de cadáveres y restos humanos a escala nacional.

En esta ciudad es la primera vez que se cumple con este proceso. Con ello se  permitió que 13 cadáveres que permanecían bajo cadena de custodia en el Snmlcf de Tungurahua, recibieran una inhumación adecuada y en condiciones sanitarias estrictas.

Para el alcalde de Ambato, Luis Amoroso Mora, este acto permite “el reconocimiento de cada uno de los seres humanos y (que) al concluir su vida merecen (un) descanso digno, ese es el compromiso que las instituciones tienen con la sociedad”.

Por su parte, Martha Villamarín, subdirectora del Snmlcf comentó que “este trabajo es un avance fundamental que como sociedad hacemos para evitar la impunidad y la pérdida de la memoria para quienes fueron padres, madres, hermanos, hermanas, hijos, hijas de alguien entre nosotros”. Señaló también que “con este proceso, en un eventual

futuro estos restos tendrán la posibilidad real de ser reconocidos por sus deudos o familiares para de esta manera recuperar en parte la paz que se perdió con su ausencia”, concluyó.

La inhumación es el acto de enterrar un cadáver o restos humanos en los sitios determinados bajo normas y protocolos técnico-científicos,  y legales con pleno respeto a la dignidad y los derechos humanos de las víctimas y sus familiares. Esta labor médico-forense se realiza luego de que se han elaborado los correspondientes informes periciales, procesos de individualización y toma de muestras siguiendo las disposiciones emitidas por la Fiscalía General de Estado como entidad responsable de la investigación penal en nuestro país.

Los restos inhumados corresponden a varias víctimas cuyos cadáveres o restos fueron encontrados en diversas ciudades del país y gracias a la gestión del Snmlcf y el GAD de Ambato recibieron un entierro adecuado en el cementerio municipal San Vicente, en Ambato.

En el 2017 se inhumaron 51 fetos y neonatos en Quito. De igual manera, en lo que va del 2018 se han realizado procedimientos similares en la ciudad capital del país, además de Lago Agrío (Sucumbíos), Loja (Loja) y Cuenca (Azuay) con 127 cadáveres y restos humanos que han recibido un entierro digno y apegado a la norma técnica vigente en Ecuador.