Dentro de los procesos de inhumación de cuerpos no reconocidos, se realizó el entierro de 51 fetos y recién nacidos que permanecían en custodia de la Unidad de Medicina Legal de Pichincha. Estos restos fueron encontrados en diferentes lugares de la capital ecuatoriana y, gracias a la gestión del Servicio Nacional de Medicina Forense (SNMLCF), pudieron recibir un entierro digno.
Mediante la campaña “Bebes al Cielo” y un convenio firmado entre el SNMLCF y la Arquidiócesis de Quito, se llevó a cabo la inhumación de estos restos en el Parque Santo Jardines de Santa Rosa, al Sur de Quito. La campaña buscaba conseguir padrinos para los 51 cuerpos y con ello reunir fondos para la inhumación.
Los cuerpos pertenecían a recién nacidos y fetos que fueron abandonados en diferentes sitios desde el 2014. En cada uno de los casos, al ingresar a la Unidad de Medicina Legal de Pichincha, se realizaron diferentes estudios técnicos con el fin de obtener algún indicio de identidad. Así también se desarrollaron análisis de ADN, datos que fueron incluidos en una base nacional.
En los próximos días se enterrará a los 23 infantes restantes, tras cumplir las diligencias pertinentes. Además, los restos humanos son colocados en una caja individual con un código para su fácil ubicación en caso de que en el futuro algún familiar los reclame.